Cuando la disponibilidad en agua está garantizada, se suele regar con un margen de seguridad bastante alto; especialmente en suelos que no sufren de exceso de humedad. Este es el caso de la parcela experimental, cuya textura es muy arenosa y donde la capa freática no se encuentra próxima a la superficie.
En esta finca se está realizando un seguimiento del riego empleado por el agricultor, mientras que en el sector experimental se está aplicando un riego ajustado a la demanda del cultivo. Hasta la fecha hemos ahorrado 2790 m3/ha, lo que supone ¡más de un 32% del volumen aplicado en el resto de la parcela! El agricultor no ha observado impacto negativo sobre el cultivo.
Dentro de 3 meses os contaremos cuál ha sido el resultado final del experimento en esta campaña, tanto en ahorro de agua como en producción...